Si hay algo que esta era digital ha traído, además de memes y noticias falsas, es la plaga de coach de vida que han decidido que su misión es decirte cómo vivir… sin haber hecho absolutamente nada con la suya. Son los gurús del éxito, los motivadores de Instagram, los vendedores de humo que te prometen que con la mentalidad correcta serás millonario, aunque ellos sigan viviendo en un piso compartido y sobrevivan vendiendo cursos a otros incautos. Es gente que suelta frases como “tienes que vibrar alto” mientras tienen la cuenta en números rojos, que dicen que “el universo te da lo que pides” pero luego te venden una mentoría de 300 euros porque ni el universo les ha pagado la hipoteca. La clave de su éxito es convencerte de que el problema eres tú, que si su método no te funciona es porque no creíste lo suficiente, no visualizaste lo necesario o no manifestaste la abundancia con la intensidad requerida. Nunca es que la vida real no funciona así, sino que tú no lo hiciste bien.
Lo peor es que todo su discurso se basa en obviedades disfrazadas de sabiduría. “Si trabajas en lo que te apasiona, nunca trabajarás un día de tu vida.” Claro, porque todo el mundo puede vivir de pintar cuadros medio en pelotas en la playa mientras toma cócteles. “No trabajes por dinero, deja que el dinero trabaje para ti.” ¿Y cómo coño se hace eso si apenas llegas a fin de mes? La realidad es que los millonarios no llegan ahí porque repiten mantras delante del espejo, sino porque invierten, arriesgan, hacen negocios y, en muchos casos, ya venían con ventaja. Pero claro, eso no vende. Es más fácil decirte que con la mentalidad adecuada atraerás la riqueza como por arte de magia.
El verdadero negocio de estos coach no es enseñarte a triunfar, porque si supieran cómo hacerlo lo estarían aplicando ellos mismos. Su negocio es convencerte de que pagues para escuchar lo que ya podrías encontrar gratis en cualquier libro de autoayuda barato. Es una estafa piramidal donde el verdadero éxito no está en aplicar sus propios consejos, sino en crear más coach que vendan la misma mierda a otros ingenuos. Si sus métodos funcionaran, no habría miles de coach desesperados intentando vender su servicio a cualquiera con pulsaciones.
Al final, la única vida que estos vendehúmos están cambiando es la suya propia, y solo porque han conseguido que suficientes personas crean sus chorradas. Así que la próxima vez que veas a uno de estos iluminados diciéndote que “todo está en tu mente”, pregúntale por qué sigue haciendo vídeos de TikTok en lugar de estar disfrutando de su yate en el Caribe. Y sobre todo, guarda tu dinero para algo más útil, porque la única energía que estos tipos quieren atraer es la de tu cuenta bancaria a la suya.