Punto Nemo: Perdidos en el guión…

Vamos a dejarlo claro desde el minuto uno: Punto Nemo es como esa paella congelada que compras en un impulso suicida en el súper. Tiene gambas, tiene arroz, huele a mar… pero al meterle la cuchara descubres que no hay ni sabor, ni alma, ni puta vergüenza. Eso es esta serie: una paella insípida rodada en Galicia con pretensiones de thriller apocalíptico y la profundidad narrativa de un capítulo de los Teletubbies aunque la serie haya logrado posicionarse entre lo más visto en Prime Video en España,

La historia arranca con un grupo de científicos, militares, una influencer (sí, como lo oyes) y periodistas que van a investigar la isla de plástico en mitad del océano. Una tormenta los arrastra al Punto Nemo, ese lugar remoto donde ni el Wi-Fi te quiere. Allí, ¡sorpresa!, encuentran una base militar rusa abandonada con experimentos rarunos que parecen escritos por un becario en medio de un ataque de ansiedad. ¿Y lo peor? Que todo esto podría molar… pero no. La serie no sabe si quiere ser “Perdidos”, “Chernobyl” o “Barrio Sésamo en el fondo del mar”, y al final se queda en un quiero y no puedo con estética de catálogo de submarinismo de Decathlon.

El reparto está bien y da rabia ver cómo desperdician tanto talento en escenas que no llevan a nada. Los personajes están escritos como si ChatGPT en modo aleatorio hubiese mezclado frases de horóscopo con titulares de Cuarto Milenio. Hay tensión, sí, pero solo porque no sabes cuánto más vas a aguantar antes de darle al botón de “Siguiente episodio” por inercia o por masoquismo.

Y qué decir de la producción… Mucho dron, mucho filtro azulón y música ambiental que no ambienta nada, solo marea. Rodada en sitios tan espectaculares como Galicia o Madeira, pero ni con esos paisajes logran sacarnos del aburrimiento. Es como si alguien cogiera una postal preciosa y la usara para envolver un bocadillo de mortadela rancia.

Punto Nemo intenta reflexionar sobre el medio ambiente, la ciencia, la humanidad y no sé cuántas cosas más, pero al final se queda en nada.

Así que no, querido lector, esta serie no es un viaje, es un naufragio. Queridos creadores de Punto Nemo, os deseo lo mejor en futuros proyectos. Pero este… este, por favor, tiradlo a lo más hondo y no miréis atrás. Que lo recojan los alienígenas, si tienen huevos porque… vaya tela.