Si hay una gran pregunta que ha atormentado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, no es la existencia de vida en otros planetas ni el secreto de la inmortalidad. No, amigos. La gran incógnita es: ¿por qué el vecino de arriba decide empezar una reforma integral de su salón a las 3 de la mañana?
No importa dónde vivas. Desde un lujoso ático en la Gran Vía hasta un modesto pisito en el extrarradio, todos hemos sufrido este fenómeno paranormal. Justo cuando te acomodas en la camita, listo para abrazar a Morfeo, empieza el concierto de arrastre de muebles, golpes sin sentido y lo que, jurarías, es un rinoceronte bailando claqué.
Después de años de investigaciones (bueno, noches de insomnio y muchas ganas de lanzar una zapatilla al techo), he recopilado algunas teorías sobre este fenómeno universal. Quizás tu vecino es un artista incomprendido que solo puede fluir creativamente bajo la luz de la luna. A las 3 AM, le viene la inspiración y decide que el sofá estaría mejor si se moviera exactamente 3,5 cm a la derecha. Pero claro, no basta con empujarlo suavemente: hay que arrastrarlo como si estuviera en la final de un campeonato mundial de halterofilia.
Otra posible explicación es que en realidad hay una pista de bolos clandestina en su salón. Esa es la única forma de entender los golpes secos que suenan justo cuando estás entrando en la fase REM. No hay muebles. Solo una liga secreta de bolos nocturnos en la que participan todos los vecinos de arriba del mundo. Si no es eso, quizás estamos ante un fantasma con TOC, un espíritu con un serio problema de orden que necesita recolocar los muebles cada noche para satisfacer su ansia de perfección. Si también oyes crujidos extraños y susurros en latín, yo que tú iba llamando a un exorcista.
Es posible que tu vecino haya decidido que lo de entrenar a una hora normal es cosa de pringados. Así que, en lugar de levantar pesas, prefiere arrastrar su mesa de comedor en series de 20 repeticiones. Quién necesita un gimnasio cuando puede levantar su propio frigorífico cada madrugada, ¿verdad? O quizás, y solo quizás, está luchando contra una invasión de cucarachas con superpoderes. Cada ruido es en realidad una batalla campal, con sartenazos, muebles volando y explosiones de insecticida. Si es así, merece nuestro respeto y apoyo en su noble misión.
Si estás sufriendo este fenómeno, hay dos caminos: o te armas de paciencia y una buena máquina de ruido blanco, o devuelves el favor y decides poner la música alta a las 6 de la mañana. ¡Nada une tanto a los vecinos como la guerra psicológica del ruido!
Y tú, ¡cuéntame! ¿Tu vecino también mueve muebles a las 3 AM? ¿Has considerado ya montar una asociación de afectados? Deja tu comentario y comparte este misterio insondable. Tal vez, juntos, podamos encontrar una respuesta… o al menos desahogarnos mientras nos tomamos un café bien cargado. ¡Salud!